lunes, 29 de abril de 2013

¿POR QUÉ MI HIJO NO ESTUDIA Y NO HACE LOS DEBERES?





¿Te sientes frustrado al final del día, por no haber hecho nada? ¿Por qué?

1.    No hay metas y ni prioridades claras. Sin un sentido específico de los objetivos, es imposible administrar y organizar con eficacia tus prioridades.

2.    No hay planes diarios. Empezar el día olvidando consultar nuestra agenda y sin ningún plan de acción, es una formula ideal para pasarlo haciendo cosas equivocadas.

3.    Perfeccionismo. ¿Eres incapaz de completar y dejar una tarea hasta que no la has hecho perfectamente’

4. Interrupciones y distracciones. El día puede ir yendo de acuerdo a lo programado…..hasta que aparece un grupo de amigos, animándote a salir.

5.   Cansancio. Hay que dormir 8 horas y descansar un poco con una buena merienda. 

6.  Dejarlo todo para mañana. El mejor momento de empezar a trabajar en tu propósito de estar mejor organizado es hoy mismo.

Un buen plan de estudios tiene que ser personal, flexible y realista y tiene que tener en cuenta todas las actividades diarias.

Piensa que tú no eres un robot programado para realizar una sola actividad. Eres un ser humano y tienes que expandir todas tus posibilidades. Eso quiere decir, que tienes que vivir y no solo estudiar. Pero para hacerlo con equilibrio, es necesario saber organizarse y comprender que cada actividad requiere  un tiempo y  un momento diferente. Recuerda que el estudio personal también tiene que ser la prioridad, las actividades extraescolar son necesarias pero secundarias.

Debes planificar tu tiempo de acuerdo a todas las actividades que te gustaría realizar (deportes, actividades sociales, ...etc.), teniendo en cuenta las horas reales que te va a llevar cada una de ellas. De esta forma, tendrás una visión clara del tiempo que vas a dedicar al estudio. Piensa cuando te planifiques que el estudio es tu trabajo y va a precisar de bastante tiempo.

Planifica un horario de estudio personal en tu agenda escolar, el alumno de la ESO tiene que estudiar un mínimo de 2 horas y el de Bachillerato 3 horas.

Francisco J. Arroyo Ortega.
Psicólogo escolar