lunes, 30 de enero de 2017

EL ESTUDIO REQUIERE ESFUERZO

Destierra de tu pensamiento la idea de que todo te lo van a dar hecho, de que no necesitas esforzarte para aprender. Estamos muy acostumbrados a conseguir algunas cosas con mucha facilidad, sobre todo gracias a las nuevas tecnologías, y pensamos que el estudio es igual. La verdad es que no tiene nada que ver. Sólo con el esfuerzo se avanza, sólo con el esfuerzo se aprende y se obtiene el éxito. Recuerda que tus decisiones tienen consecuencias positivas y negativas. A veces el esfuerzo y sus consecuencias no son visibles y por lo tanto tampoco serán valorados por los demás.
El esfuerzo es una capacidad que hay que aprender, no se nace con ella. Es una energía, una capacidad interior que, si se utiliza bien, nos ayudará a superar los obstáculos. Pensar en el esfuerzo nos puede desmotivar precisamente por el trabajo que implica. Pero tienes que ponerte a estudiar sin pensar demasiado en ello, para no desanimarte antes de haber comenzado.
Necesitamos conocer lo más exactamente posible cuál es el nivel que tenemos que lograr (un temario suficiente). Sólo así sabremos si estamos desarrollando el esfuerzo necesario o si hay que apretar más. Y sólo así comprobaremos si nuestros temas están a la altura de los que utilizan quienes van aprobando, o si son cortos, están mal estructurados o les falta contenido.
Para lograr un nivel adecuado en el estudio necesitamos entender tres ideas claves:

·      La inteligencia puede desarrollarse.
·      El cerebro es maleable y flexible.
·      Con un esfuerzo suficiente y un método adecuado podemos hacer que el cerebro funcione con más fuerza.


Francisco J. Arroyo
Psicólogo escolar
www.comoestudiar.com 

viernes, 20 de enero de 2017

4 PASOS PARA LA PREPARACIÓN INTENSIVA DE UNA ASIGNATURA

Quizá este apartado no debería estar en un blog sobre técnicas de estudio que pretenda ser serio y riguroso, pero somos humanos y a veces cometemos errores que pueden pagarse muy caro. Incluso en esos momentos de falla puede haber algo de luz en el camino. Además, pretendo ser práctico y realista, aun para los alumnos que no han podido o querido preparar un examen con suficiente antelación. Con este apartado se pretender aconsejar sobre la preparación intensiva de última hora, que nunca es aconsejable.
Voy a proponer un plan de siete días de preparación intensiva, que es ante todo un plan de comportamientos y estrategias. Dicho plan tiene unas condiciones previas y necesarias: haber acudido a las explicaciones de clase, disponer de todos los apuntes para poder estudiar, haberlos leído con anterioridad y, por último, tener todo el día para dedicarlo a este plan.

Paso 1: Calcula el tiempo que dispones hasta el examen. Normalmente la mayor parte de los exámenes universitarios se agrupan en alrededor de 10 días a final de cuatrimestre. Calcula cuantos días te quedan hasta el primer examen.

Paso 2: Calcula las hojas que tienes que estudiar por asignatura. Esta información sólo la podrás conseguir de un repetidor o bien pregunta a algún compañero que venda el temario completo. Elimina el 20% del temario.

Paso 3: Calcular cuántas hojas tienes que estudiar cada día. Es decir, si te han quedado 80 folios (de los 100 que tenía originalmente) y tengo siete días, la velocidad de memorización diaria debería de ser aproximadamente de once hojas diarias. Realmente es como dividir el temario en siete días, pero trabajando por hojas y no por temas; es más práctico y se obtiene un rendimiento mayor.

Paso 3: calcular el número de horas que tendré que estudiar diariamente. Teniendo en cuenta que se puede memorizar una hoja por cada 20 minutos (aproximadamente), en cuatro horas habrás memorizado las once hojas. Ahora bien, necesitarás una hora más para hacer fichas de tema y otra para repasar, por lo tanto, necesitarás un mínimo de seis horas de estudio diario durante siete días para dominar un temario de 80 hojas. Mi recomendación es que realices dos sesiones de tres horas, una por la mañana y otra por la tarde. En caso de que necesites otra sesión de tres horas porque el temario es muy extenso, la tendrás que realizar después de cenar. Para cantidades superiores o inferiores, sigue los mismos pasos.

Paso 4: estructura tu sesión de estudio de la siguiente manera: lee el apartado y subraya las ideas más importantes; eso se hace también dedicándole tiempo a averiguar lo que no debemos subrayar. Elabora fichas de repaso de ese apartado o subtema, reduciendo el material a los conceptos más esenciales, la parte estrictamente más útil (su 20 por ciento más útil). Guarda las fichas para los repasos (la última hora de la jornada). Vuelve a los apuntes y empieza a memorizarlos (20 minutos por hoja). No hay que hacer nada más. En cuanto a la memorización, aplicamos el principio de Parento al revés: el 80 por ciento de tiempo lo dedicamos a memorizar y el 20 por ciento restante a la preparación. 

Francisco Javier Arroyo Ortega
www.comoestudiar.com